
«Tomy» contó que atravesó por tratamientos de quimioterapia con los que sufrió varias complicaciones y que, en una de sus prolongadas internaciones, llegó a estar tres meses en terapia intensiva. A pesar de un pronóstico poco alentador, logró recuperarse y completar la terapia.
Sin embargo, en abril de 2023 llegó la primera recaída. Allí, debió reiniciar el proceso con quimioterapia y someterse a un trasplante de médula ósea que le donó su papá. Tras la recuperación, pudo volver a su casa y retomar su vida cotidiana, asistir al colegio, juntarse con amigos. «Ya no pude volver a jugar al fútbol, pero aprendí a superar cada obstaculo», indicó.
Este año recibió el diagnóstico de una segunda recaída. ”Hice un mes de quimio, el cual resultó bastante efectivo, redujo mucho las células cancerígenas que había en mi cuerpo. Ya para el segundo bloque de quimio no sirvió, no fue efectivo”, explicó.
Debido a esto, los médicos le comentaron que había otra opción: “Se optó por la única esperanza que tengo. Es un tratamiento fuera del país, que se llama CAR-T. Este tratamiento consta de modificar mis propios linfocitos para atacar a las células cancerosas, es un tratamiento de alto costo, un millón 200 mil dólares sin incluir la estadía y gastos del día a día”, detalló.
Ante la urgencia de su situación, Tomás decidió apelar a la solidaridad de la comunidad para poder recibir el tratamiento: “Gracias por escucharme, por acompañarme y sumarse en esta lucha”, expresó. Para colaborar con su causa, la familia puso a disposición un alias: juntosportomy2025, a nombre de Patricia Andrea Villoslada.
Fuente: El1Digital