El presidente de la institución, Mauricio Torreta, anticipó que empezaron las obras de la puesta en valor del inmueble ubicado en Moreno al 500 de Ramos Mejía.

El trabajo del Rotary Club de Ramos Mejía volvió de manera presencial hace poco tiempo, luego del aislamiento por la pandemia de COVID-19. Sin embargo, la institución siguió en contacto con la comunidad en pleno cierre de las actividades, según lo dispuesto por las autoridades sanitarias. Así las cosas, comentaron que empezaron las obras de la puesta en valor del inmueble ubicado en Moreno al 500 de Ramos Mejía.

En este marco, el residente de los rotarios remenses, el Ingeniero Mauricio Torreta, señaló a Radio Universidad que por medio del zoom “pudimos llevar adelante reuniones laborales y ayudar al prójimo”.  Es decir que la labor solidaria no paró, pese a que el mundo se quedó quieto por el virus.

“Aprendimos a gestionar en pandemia y ahora es todo más fácil”, señaló Torreta al referirse a la vuelta a las actividades sin mayores restricciones. En medio de los cierres estrictos, mantuvieron la ayuda social a dos becarios, a quienes ayudan a estudiar. Se trata de una joven de doce años de Rafael Castillo y un chico de Ramos Mejía, ex alumno de la Escuela N° 12 de San Justo.

Solidaridad que cruza las provincias

Torreta manifestó que colaboraron con el Club Mercedes de Corrientes para ayudar a las víctimas de los incendios, que azotaron la región en febrero pasado.  El entrevistado agradeció la colaboración de la Droguería La Suiza por la entrega de medicamentos y a los veterinarios matanceros que ayudaron con insumos farmacológicos para animales.

Además, el Rotary contribuye con la asociación “Alas de Consumo y Armonía” de Rafael Castillo. Se trata de una entidad creada por tres matrimonios de Ramos Mejía y Castelar que compraron una propiedad para ofrecer talleres de tejeduría y huerta.

“El Rotary Club de Ramos Mejía le donó un televisor, una heladera, ropa y alimentos”, cuenta Torreta, al tiempo que destaca la continuidad de la colaboración junto a la Parroquia San Pablo. En la iglesia un grupo de mujeres prepara 130 viandas para repartir todos los viernes en la plaza de Avenida de Mayo y Rivadavia en Ramos Mejía. A la par de todas las tareas enumeradas, y a la espera de la renovación de autoridades en julio próximo, los rotarios inaugurarán su sede definitiva, gracias a la donación de un inmueble en Moreno al 500 de Ramos Mejía.

Fuente: El1Digital