Los trabajos hidráulicos para la “readecuación” de este curso de agua que pasa por debajo de esa avenida de la localidad de Ramos Mejía esperan su finalización desde 2014, cuando, tras un temporal, un cráter gigante arrasó con el asfalto. Tras varias interrupciones, ahora, la Provincia anunció su reactivación en una obra que se ejecuta, íntegramente, con fondos del presupuesto provincial. El objetivo es evitar más desmoronamientos y prevenir riesgos de derrumbe para las construcciones cercanas.

La Subsecretaría de Recursos Hídricos bonaerense, a través   de la Dirección Provincial de Hidráulica, anunció el inicio de la obra correspondiente a la Etapa III de la “Readecuación del Arroyo Maldonado”, en la localidad de Ramos Mejía. El objetivo es prevenir riesgos de derrumbe para las construcciones cercanas y evitar nuevos desmoronamientos, como el ocurrido el 8 de abril de 2014, cuando un fuerte temporal provocó el hundimiento de gran parte del asfalto de la avenida Palacios, en un episodio que tuvo su réplica en febrero de 2016, en otro tramo de esa misma arteria.

El trabajo, según se precisó en un comunicado, implica una inversión de 121 millones de pesos, que se ejecutará, íntegramente, con fondos del presupuesto provincial. El subsecretario de Recursos Hídricos, Guillermo Jelinski, expresó que “el mantenimiento y recuperación de obras de muchos años es otra de las prioridades de la gestión, para extender la vida útil de las mismas y evitar que su deterioro ponga en riesgo a parte de la población de un lugar”.

Según detallan los especialistas, el arroyo Maldonado, a lo largo de toda su traza, se encuentra entubado y sus construcciones originales datan de los años ’60s, por lo que presentan grandes daños en su estructura, con fisuras importantes en el interior del conducto.

Ese estado de deterioro provoca que se deshaga la tierra de relleno ubicada sobre el conducto y reste soporte al pavimento, por lo que se generan deterioros y hundimientos que implican un riesgo de derrumbe para las construcciones circundantes. Uno de los últimos incidentes se produjo en agosto de 2018, cuando una vereda de la calle Mármol al 1.500, en la localidad de San Justo, se desplomó y cayó a un enorme pozo.

La obra se completará con la ejecución de cámaras de acceso en las esquinas, y la conexión de sumideros a la nueva estructura.